QuéPasaColima.- Elizabeth Morales, exalcaldesa de esta
capital y quien dejó el cargo hace 23 días, fue “premiada” con la dirigencia
estatal priista, pese a ser señalada por desviar recursos públicos para la
campaña de Enrique Peña Nieto; sobornar a taxistas para votar por el PRI en
horarios de trabajo, y emprender en 2012 una campaña negra en contra del
excandidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, a quien
tildó de “loco” y “asesino”.
Morales García
recibió esta tarde la constancia de mayoría que la acredita como presidenta del
Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI para el periodo 2014-2018, y en su
fórmula lleva como secretario general al excandidato perdedor a la diputación
local por Boca del Río, Alfredo Ferrari Saavedra.
Para “amarrar” el
cargo, apenas 23 días después de quedar sin empleo, Elizabeth Morales recurrió
a los cabildeos de sus amigos Jorge Carvallo Delfín, secretario particular del
gobernador Javier Duarte, y del exsenador por Coahuila, Enrique Jackson, hoy
asesor del mandatario veracruzano.
En entrevista,
Morales García aseguró “traer al PRI en las venas”, pues detallo que su papá,
Emilio Morales, le inculcó los valores de ser priista desde pequeña.
Sin embargo, al
preguntarle sobre las manifestaciones de la propia militancia de que no quería
que llegara al cargo, Morales pretextó mucho trabajo a favor del partido y
emprendió la huida de los reporteros.
En junio de 2012,
audios obtenidos por Apro dieron cuenta de cómo la entonces funcionaria
municipal convocaba a trabajadores de la Comisión de Agua y Saneamiento (CMAS),
del sindicato del ayuntamiento local, de la CROC y comerciantes, entre otros,
para “coaccionarlos” a votar por Peña Nieto.
En esas reuniones,
Morales García proyectaba un video denominado La pejehistoria, donde se
califica a López Obrador como un hombre violento, radical, corrupto,
intolerante, así como la reiterada leyenda de que “es un peligro para México”.
En el audio se
escucha la voz de Elizabeth Morales, quien dice: “Andrés Manuel es muy
mentiroso, engaña a la gente, intolerante; salió de Tabasco huyendo de la
justicia. No acepta su derrota, él no sabe ganar ni perder en la vida, a todo
lo acusa de complot y hace plantones”.
Una semana después
(junio de 2012), Elizabeth Morales volvió a repetir la operación, pero en una
de sus propiedades en el fraccionamiento Coapexpan, en esta ocasión con
trabajadores del volante, a quienes les “restregaba” en la cara dos billetes de
500 pesos por permitir pegar un engomado de Peña Nieto en los taxis, y otros
mil pesos por acarrear gente el día de la elección.
“Si no es
indiscreción, ¿cuánto ganan en hora y media?, pues bueno, muchachos, les vamos
a dar un poco más para que se sumen al proyecto de Enrique Peña, nuestro
próximo presidente de la República. Dos de éstos (billetes de 500 pesos)”.
El pasado 30 de
diciembre, un día antes de que Elizabeth Morales entregara la estafeta al
alcalde electo Américo Zúñiga –también del PRI–, más de un centenar de
integrantes del Frente de Defensa Popular (Fredepo) ingresaron por la fuerza al
palacio municipal de la capital para quemar una enorme piñata en forma de rata,
cuyo cabeza exhibía una foto de la alcaldesa Morales García.
Los inconformes
decidieron despedir así la administración priista de Morales, a quien le
recriminaron sus constantes viajes al extranjero (Europa, Sudamérica y el
Caribe) y el tráfico de influencias para favorecer con cargos públicos a sus
amigas: a Michell Servín la hizo sindica en el actual ayuntamiento de Zúñiga, y
a Shariffe Osmán la acomodó como candidata a la alcaldía del PRI en el
municipio conurbado de Emiliano Zapata, en donde perdió.
0 comentarios:
Publicar un comentario