Tamaulipecos
que han huído al DF buscaban marchar para protestar contra la violencia en su
estado, y aunque sólo llegaron cinco personas, refrendaron sus demandas en
busca de que el gobierno federal y estatal garanticen la seguridad en su
entidad.
QuéPasaColima.- Al pie del Ángel de la Independencia,
este jueves 23 de enero habían sido convocadas “decenas” de personas nacidas en
Tamaulipas, pero que se encuentran “exiliadas” fuera de su estado natal, lo
mismo “empresarios, periodistas o simples trabajadores”, con el objetivo de
protestar en la Ciudad de México en contra de la inseguridad que se vive en su
entidad… pero sólo cinco llegaron.
“En la capital del
país hay mucha gente oriunda de Tamaulipas, que fue desplazada de su tierra
natal debido a que sus vidas estaban en riesgo, ya que fueron secuestrados, o
amenazados, o porque de alguna forma fueron víctimas de la actividad criminal y
de la impunidad en el estado. Invitamos a muchos tamaulipecos a participar en
esta protesta, y muchos confirmaron su asistencia, pero al final, parece que
pudo más el miedo”, explica el abogado Néstor Troncoso, activista defensor de
grupos vulnerables, quien fue detenido en 2010 por la policía estatal, sometido
a torturas junto con su hijo de 16 años y luego enviado a prisión por una
acusación de robo (por un monto de 600 pesos) que, finalmente, resultó sin
fundamento, gracias a lo cual recuperó la libertad.
En un inicio, la
idea era marchar sobre Reforma con el objetivo de “llamar la atención del
gobierno federal en torno a lo que está ocurriendo en Tamaulipas, en donde se
vive una situación de violencia y complicidad de las autoridades con el crimen
organizado que es igual o mayor a la que se da en Michoacán; y también para que
nos escuchen los medios de comunicación capitalinos, ya que la prensa de
Tamaulipas está callada, saben que los periodistas que se atreven a hablar son
desaparecidos”.
La poca
concurrencia al acto, sin embargo, los obligó a suspender la marcha y los cinco
participantes en la protesta debieron resignarse con extender sobre la
escalinata del monumento las dos mantas con las que pensaban encabezar su
contingente, la primera para reclamar la atención del presidente Enrique Peña
Nieto, con la leyenda “las víctimas de la impunidad en Tamaulipas exigen
justicia”, y la segunda para exigir la renuncia del gobernador Egidio Torre
Cantú.
– ¿Por qué
decidieron convocar a una protesta en la Ciudad de México? –se consulta al
abogado, defensor de solicitantes de vivienda y otros grupos vulnerables en el
estado.
– Porque manifestarnos
en Tamaulipas es la muerte, es perder la cabeza de inmediato, por eso optamos
por venirnos aquí, y pedimos una disculpa a los capitalinos por las molestias
que podamos causarles (…) Pero es que allá no es posible, la gente tiene mucho
miedo. En Tamaulipas, por ejemplo, no existen grupos civiles organizados, mucho
menos grupos dedicados a la defensa de los derechos humanos, porque es muy
peligroso, ser activista es peligroso, no estoy haciendo drama, la violencia
contra quien alza la voz es un hecho real, los tamaulipecos estamos amagados
tanto por el crimen como por el mismo gobierno estatal, que no brinda apoyo, el
gobernador Egidio Torre Cantú ni siquiera nos recibe, no hay ningún respaldo
para las víctimas…
Pero aún con la
poca respuesta de los tamaulipecos radicados en la capital del país, el pequeño
grupo de ciudadanos que acudió a ésta, la primera manifestación contra la
delincuencia en Tamaulipas realizada en el DF, decidió refrendar el pliego
petitorio que los organizadores del acto habían preparado, con las siguientes
demandas:
- Garantizar el
correcto curso de las denuncias que se presentan ante el Ministerio Público
estatal, erradicando el tráfico de influencias, la obstrucción y dilación de la
justicia, lo mismo en la Procuraduría del estado que en el Poder Judicial.
- Garantizar que
las denuncias que la ciudadanía presente ante el Órgano Interno del Poder
Judicial, así como contra personal vinculado a la procuración de justicia,
reciban un adecuado seguimiento, acompañado de una puntual rendición de
cuentas.
- Erradicar los
cobros que realizan jueces y secretarios de juzgado en los tribunales
estatales, para influir en las sentencias.
- Erradicar la
práctica de la tortura al interior de los centros de reclusión en Tamaulipas,
realizada por elementos de la Policía Ministerial.
- Dignificar las
instalaciones penitenciarias, para permitir la adecuada readaptación de los
sentenciados.
- Crear en los
municipios tamaulipecos, así como en las instalaciones centrales de la
Procuraduría estatal, oficinas para recepción de quejas contra el sistema de
justicia que cuenten con “representación ciudadana”.
- Dignificar las
condiciones laborales y elevar el salario de todos los empleados del Poder
Judicial y de la Procuraduría del estado, para evitar el tráfico de influencias
y la corrupción en estos órganos.
- Crear una
fiscalía especial que investigue los delitos cometidos contra periodistas
tamaulipecos, así como todos los delitos contra la libertad de expresión.
Además, este grupo
de tamaulipecos demandó que el Poder Legislativo estatal abra un espacio de
comunicación para que puedan serles planteadas todas estas demandas, plasmadas
en una misiva que hicieron llegar lo mismo en la presidencia de la República
que a la representación del gobierno de Tamaulipas en la Ciudad de México.
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