QuéPasaColima.- Autodefensas de Michoacán y fuerzas
federales acordaron la conformación de operativos conjuntos en diversos
municipios de Tierra Caliente.
Esta alianza
inédita se pactó sin concretarse aún la institucionalización de los grupos
comunitarios, anunciada por el gobierno federal el pasado lunes.
“Les hemos
comenzado a llamar escudos de seguridad”, detallaron a Crónica representantes
de la autodefensa.
Fueron coordinados
especialmente con elementos de la Policía Federal (PF) que han sido desplegados
en la zona durante las últimas semanas. Contemplan desde labores de vigilancia
y protección ciudadana hasta estrategias de persecución contra integrantes del
cártel de los Caballeros Templarios.
“Hasta donde estén
los Templarios vamos a llegar, no es que estemos patrullando junto con los
federales, más bien los estamos persiguiendo, estamos tras de ellos”, señaló
Niga, uno de los coordinadores de la base comunitaria en El Varal, en
Parácuaro.
Además de este
municipio, Crónica pudo corroborar estos binomios en territorios de Nueva
Italia, La Huacana, Buenavista-Tomatlán y en poblados de la periferia de
Apatzingán. Hasta ahora, los civiles han desarrollado las acciones armados lo
mismo con escopetas que con rifles de alto poder. Apenas a inicios de semana,
los líderes del movimiento se comprometieron a registrar su armamento ante la
Secretaría de la Defensa Nacional, como parte de un proceso de integración a
cuerpos de defensa rural.
De acuerdo con
testimonios de agentes federales entrevistados por este grupo editorial, la
unión operativa es necesaria por la información que poseen los autodefensas.
“Ellos conocen a la
perfección a los habitantes de cada pueblo, saben quiénes son sus vecinos y
quiénes no, y pueden identificar a los malos, por eso trabajamos juntos en los
puestos de control instalados en los accesos de las comunidades”, afirmó un PF
enviado a la cabecera municipal de La Huacana.
Pero la utilidad de
los comunitarios, según otros federales, va más allá del resguardo de entradas:
“Ellos tienen datos sobre el modo de operación de los criminales, ubican sus
rutas y a veces hasta sus vehículos. También dominan los caminos, en especial
los de difícil acceso, los cerros, las veredas y brechas”, describió otro
oficial, encargado de la vigilancia en el poblado de Buenavista.
Aunque en días
pasados había sido evidente la camaradería entre unos y otros, no se habían
formalizado la dupla operativa…
“No es que seamos
los mejores amigos, pero de alguna forma tanto autodefensas como policías
tratamos de hacer las cosas bien. Está muy claro que no somos enemigos, más
bien los dos lados estamos intentando llegar al mismo fin: limpiar Michoacán de
los Templarios”, explicó Hipólito Mora, fundador de estos grupos y “comandante”
en La Ruana.
Por su parte,
Nitro, coordinador de base en la cabecera de Parácuaro, describió: “Además de
que el crimen organizado es enemigo común, hay un factor muy profundo que ha
acrecentado el compromiso de los policías federales”.
—¿Cuál?
—Ellos han tenido
muchos problemas con los Templarios, porque les han matado mucha gente en
emboscadas y están dolidos, también quieren acabarlos y si la ciudadanía les
ayuda es mejor.
—¿Cómo se han
coordinado en Parácuaro?
—Los federales
encabezan la parte operativa, mientras nosotros recabamos datos y ofrecemos
perfiles de los delincuentes, porque conocemos quiénes son, dónde tienen sus
guaridas y cuál es su modus vivendi.
—¿Y ha habido
resultados?
—Ha estado
funcionando, porque los pueblos se están limpiando poco a poco y la gente se va
tranquilizando, se siente más libre y ese es el objetivo central.
CON SOLDADOS.
Aunque las maniobras de la autodefensa con el Ejército son menos, sí es visible
la comunicación, en especial por medio de ex militares que se han sumado a los
comunitarios. “Cuando hemos tomado algunos pueblos u organizamos algunas
rasuradas por los cerros, los militares se dan cuenta, pero nos terminan diciendo:
hagan sus cosas por allá, que nosotros haremos como que no los vemos”, confió
el Comandante 1, de Nueva Italia, ex sargento retirado.
De hecho, reveló
que el aplazamiento de la toma de Apatzingán fue negociada con la milicia:
“Tuvimos reuniones con los mandos, y nos pidieron que no ingresáramos por
ahora, hasta que las cosas estén más tranquilas y haya menos riesgo de
enfrentamiento con los malosos”.
—Pero se han
reportado algunos encontronazos con los soldados, incluso hasta muertes de
algunos civiles, como en Antúnez...
—Desafortunadamente
hay mucha rotación de los militares por esta zona: nos hostigan quienes están
recién llegados de otras regiones, porque piensan que somos unos vagos o
malvivientes, pero los soldados que ya tienen tiempo en Tierra Caliente, han
conocido el movimiento, saben de qué se trata y contra quiénes luchamos. Ellos
están en la misma sintonía…
0 comentarios:
Publicar un comentario