viernes, 31 de enero de 2014

Define ranking a estados con mayor capacidad en ciencia y tecnología

QuéPasaColima.- Los estados con mayor capacidad y desarrollo científico, tecnológico y de innovación (CTI) son el Distrito Federal, Nuevo León, Querétaro, Jalisco y Morelos, según el Ranking Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación 2013, presentado por el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT).

En contraparte, refiere el documento, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Campeche se encuentran al final del listado. A su vez, destaca a aquellas entidades que han aumentado sus esfuerzos para robustecer sus capacidades en CTI, como Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas, Baja California Sur, Yucatán, Colima, Coahuila, Aguascalientes, Baja California, Chihuahua y Sonora.

Si bien las entidades con menor desarrollo representan previsiblemente las del sureste y existen otras que aumentan progresivamente sus capacidades, el grupo de investigación definió estos tres grupos (clústeres), los cuales deben de emprender distintas estrategias para beneficiarse del conocimiento, señala María Antonieta Saldívar, una de las autoras del estudio. Dentro de esta “clusterización”, el Distrito Federal quedó fuera porque se trata de “un punto extremo, debido a la diferencia en relación con los tres grupos”, apunta el texto.

Durante la presentación del Ranking, los autores —encabezados por Gabriela Dutrénit, coordinadora del FCCyT— enfatizaron que esta herramienta estadística busca brindarle a los estados indicadores para mejorar sus capacidades en estas áreas, y si bien hace el comparativo entre ellos, el objetivo es mostrar un mapa o fotografía sobre la circunstancia en que se encuentran.

“No busca lastimar la imagen de los estados”, apuntó Jorge A. Villegas Rodríguez, director de Desarrollo Estatal y Regional del Conacyt. “Esta información es una herramienta útil de negociación para que los estados busquen incrementar sus inversiones en CTI”.

Los indicadores evaluados por el estudio contempló la Infraestructura académica y de investigación; la Formación de recursos humanos; Personal docente y de investigación; Inversión en CTI; Productividad científica e innovadora; Infraestructura empresarial; Tecnologías de la información y comunicaciones; Componente institucional; Género en la CTI y Entorno económico y social.

NÚMEROS ATÍPICOS. Este rank, que fue realizado por primera vez en 2011 —y que los autores

prefieren referir más como “mapa” o “fotografía” que como ranking, pero que dejaron así para identificarlo con el esfuerzo anterior (y con el cual no debe compararse el actual, dicen, debido al aumento de parámetros evaluados)— puntualiza tres aspectos de desarrollo vinculantes a la posición obtenida por cada entidad federativa en el estudio: competitividad, desarrollo humano y pobreza.

“Aquellos estados que tienen un mayor desarrollo en sus capacidades científica, tecnológicas y de innovación tienden a ser más competitivos”. Para ello ejemplifica que el DF, Nuevo León y Querétaro cuentan con el primero, segundo y quinto lugares, respectivamente, en el Índice de Competitividad (calculado por el Instituto Mexicano para la Competitividad), mismos que obtuvieron altas posiciones en el Ranking. Algo similar sucede con el tema de Desarrollo humano.

Sin embargo, algo “atípico” sucede en el siguiente punto, nimio, pero sorpresivo. De acuerdo con el Coneval, los estados con mayores porcentajes de pobreza son Chiapas, Guerrero y Puebla, donde este último difiere en sus capacidades de CTI respecto a los anteriores. Esto significaría un “área de oportunidad que atender (…)”, acota el estudio.

Pero este no es el único indicador que salta a la vista. En el indicador sobre Género en la CTI (equidad), que cuantifica la inclusión de las mujeres en estas áreas, si bien el estado de Morelos obtiene el tercer puesto en el ramo —recordando que es el quinto general—, el estado de Chiapas alcanza el séptimo, Guerrero el segundo y Oaxaca el sexto. Para Jorge Villegas, podría existir un resultado interesante que valdría la pena profundizar o se trata de un error en la metodología que debería revisarse.

Más allá de la especificación de los números, Luis Sanz —profesor-investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas España, quien fue invitado a la presentación— destacó la importancia de no enfocar el estudio desde el deterioro de una posición sobre otra, “lo cual no es ventajoso al momento de realizar

políticas públicas”, y al contrario analizar cómo se puede ayudar a mejorar a aquellos que obtuvieron los índices más bajos. “De lo contrario sería un circulo vicioso”.


“Cada territorio es único e implica una dinamización de actores (academia, gobierno, empresa) y cómo moverlos a favor de una política o desarrollo”, dice por su parte Saldívar. “El estudio no es un dictado de cómo hacer las cosas, sino una herramienta para promover la participación de todos, de acuerdo a las capacidades y vocaciones en cada estado. Pero lo primero es poner acentos [con el ranking], es por dónde hay que empezar”.

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