QuéPasaColima?.- En medio de un clima de tensión, con una aplastante mayoría
–61 votos contra 20—el Senado de Brasil aprobó destituir a la presidenta Dilma
Rousseff, la primera presidenta mujer del país, por manipulación de las cuentas
públicas.
Así, tras nueve
meses de un polémico, intenso y dramático proceso de impeachment, el Senado
puso fin a 13 años de gobiernos del izquierdista Partido de los Trabajadores
(PT), que llegó al poder en 2003 con Luiz Inácio Lula da Silva al frente.
La sesión de
hoy lució abarrotada, tensa hasta el último instante. Los senadores petistas
pidieron que el impeachment se votara en dos cuestiones separadas: si Rousseff
era culpable de los crímenes de responsabilidad de los que se la acusó y por
ello debía perder su cargo, y si, en consecuencia, debía ser inhabilitada para
el ejercicio de cualquier función pública por un plazo de ocho años.
La moción
retardatoria de la defensa fue aceptada por el titular del Supremo Tribunal
Federal (STF), Ricardo Lewandowski, que presidió esta etapa del proceso contra
Rousseff.
El magistrado
llamó a los legisladores a sufragar a través del sistema electrónico que arrojó
un resultado superior a los dos tercios –54 de 81 votos– que se requerían para
lograr la destitución.
Por 61 votos a
favor, 20 en contra y cerro abstenciones, Rousseff fue hallada culpable de
crímenes de responsabilidad y depuesta.
Sin embargo,
no quedó inhabilitada para ocupar cargos públicos en el futuro. En la segunda
votación, 42 senadores se inclinaron por inhabilitar a Rousseff, 36 votaron a
favor de mantenerle los derechos y hubo 3 abstenciones, por lo que no se
alcanzaron los dos tercios (54 votos) necesarios para aprobar la moción.
En el
transcurso del día se llevará a cabo un breve acto en la Cámara de Diputados,
donde se oficializará el nombramiento de Michel Tremer como presidente en
ejercicio al frente del Palacio del Planalto.
“Brasil pasó
por un período difícil de disputas políticas, pero la Constitución fue
cumplida. Tras la separación de la presidenta, asume el vicepresidente, porque
ese es su papel. No hay una crisis institucional”, aseguró Temer al diario O
Globo esta mañana.
Tremer, de 75
años, es miembros del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que
era el principal socio del PT hasta que la crisis política generada por la
aguda recesión económica y las investigaciones de la red de corrupción en
Petrobras pusieron fin a la alianza. Ambos factores llevaron a que Rousseff
perdiera la capacidad de gobernar.
Una vez que
jure el cargo cumplirá el resto del actual mandato, que termina el 31 de
diciembre de 2018, y de inmediato partirá hacia China para participar de la
cumbre del G-20 en Hangzhou.
Dejará el país
en manos del recientemente elegido nuevo presidente de la Cámara de Diputados,
Rodrigo Maia, del partido Demócrata.
En medio de
acusaciones de “traidor” y “golpista” de los sectores de izquierda por la forma
como llega al poder, Temer asume el desafío de sacar a Brasil de la peor
recesión desde la década de 1930; se espera que la economía se retraiga este
año un 3,2%.
El gobernante
ha prometido establecer medidas de austeridad para tapar el déficit
presupuestario y sanear la economía, así como reformas laborales y al sistema
de jubilaciones que encontrarán una fuerte resistencia en los sindicatos y
movimientos sociales alineados con el PT.
Es la segunda
vez en la historia de Brasil que un mandatario es destituido por el Congreso.
El primero en ser sujeto del impeachment fue Fernando Collor de Mello, en 1992,
acusado por cargos de corrupción.
Sin embargo,
Collor de Mello -hoy senador y uno de los que votó contra Rousseff- prefirió
renunciar la víspera de ser removido del cargo por el Senado. De cualquier
forma, los senadores lo condenaron y quedó inhabilitado políticamente por ocho
años.
Rousseff fue
acusada de emitir decretos que alteraron el presupuesto a espaldas del Congreso
y de tomar préstamos de la banca pública para el gobierno también sin
autorización parlamentaria, con la presunta intención de esconder el déficit de
los últimos años y asegurarse la reelección en 2014.
Como sucedió
en los últimos días, hoy se registran manifestaciones de grupos de izquierda
que bloquearon los principales accesos a San Pablo, luego de que anoche
protagonizaron enfrentamientos con la policía en la Avenida Paulista.
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