QuéPasaColima?.- De acuerdo con organizaciones defensoras de los derechos de
los niños, los roles de género y las bajas oportunidades de desarrollo han
desencadenado la permanencia y el aumento de los embarazos en adolescentes en
el país. Según el análisis “Embarazo y maternidad en la adolescencia. Estado de
las madres en México”, de la organización Save the Children, al menos una de
cada cinco mujeres se une conyugalmente antes de cumplir los 18 años de edad, y
las jóvenes hablantes de una lengua indígena presentan proporciones de
matrimonio infantil superiores a 40 por ciento en los estados de Chiapas,
Guerrero y Veracruz.
La visión
marginal, el abandono y la pobreza en nuestro país ha convertido a las niñas y
adolescentes en objetos sexuales. Y es por ello que muchas de ellas se han
visto hostigadas y presionadas –desde un entorno familiar machista– para
iniciar más temprano su vida sexual, casi siempre sin protección.
Esto, por
supuesto, deriva en embarazos, alertó Juan Martín Pérez García, director
ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM)
“En muchas
ocasiones, el embarazo no es necesariamente la decisión de una adolescente,
sino es la consecuencia del abuso y la violencia sexual sistemática, de la
presión social que viven. Hay una hipersexualización de las niñas y las
adolescentes que se encuentra en el contexto machista de violencia sexual”,
destacó.
En el mismo
sentido, Nancy Ramírez, coordinadora de Gobernanza desde los Derechos de la
Niñez en la organización Save the Children, destacó que los roles de género y las
bajas oportunidades de desarrollo han desencadenado la permanencia y el aumento
de dicho fenómeno social.
“Los roles de
género son un tema que toma absoluta relevancia es la violencia hacia las
mujeres. Tiene que ver con el machismo, con el matrimonio infantil”, alertó.
El análisis
“Embarazo y maternidad en la adolescencia. Estado de las madres en México” de
dicha organización señala que al menos una de cada cinco mujeres se une
conyugalmente antes de cumplir los 18 años de edad, y las jóvenes hablantes de
una lengua indígena presentan proporciones de matrimonio infantil superiores a
40 por ciento en los estados de Chiapas, Guerrero y Veracruz.
Dicha práctica
–revelan– se encuentra muy relacionada con condiciones de marginación, pobreza,
etnicidad y discriminación. No obstante, el mismo fenómeno afecta a varones,
aunque en menor proporción, ya que tres niñas contraen uniones tempranas por
cada niño.
“Cuando una
niña se casa a temprana edad, desde luego que tiene más probabilidades de
experimentar su vida sexual y de embarazarse”, dijo Ramírez.
En México
viven 22.4 millones de adolescentes que tienen entre 10 y 19 años de edad,
según la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes
(ENAPEA). Datos de 2010 revelaron la existencia de 662 mil 979 mujeres
adolescentes con hijas o hijos, o sea, aproximadamente 7.95 por ciento de la
población femenina de esta edad.
Sin embargo,
sólo se contemplan las edades de 12 a 19 años y se ignora a las niñas de 10 y
11 años que se embarazan y tienen hijos.
Además, datos
del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que en 2014
de los 2.4 millones de nacimientos totales que ocurrieron en nuestro país, 447
mil 372 fueron de mujeres en edades entre 15 y 19 años, y más de 11 mil de niñas
menores de 15 años.
“Esos datos
son preocupantes porque demuestran que en nuestro país hay una falta de
atención a diversos componentes que nos ayudarían a prevenir los embarazos, no
sólo los que tienen que ver que la educación y salud sexual y reproductiva,
sino con el contexto que están viviendo las y los adolescentes”, aseguró
Ramírez.
PANISTAS
DIERON PASOS ATRÁS
De acuerdo con
Pérez García, a partir del año 2000, con la llegada del Partido Acción Nacional
(PAN) al poder, se redujo la inversión en la prevención del embarazo temprano.
“Con [Vicente]
Fox y [Felipe] Calderón se permitió el avance de iniciativas de derechos que
promovían la abstinencia sexual como método anticonceptivo, lo cual es
totalmente equivocado”, dijo.
Por su parte,
Ramírez recordó que a pesar de que durante la administración de Fox hubo una
reducción del ocho por ciento en los embarazos adolescentes, durante el sexenio
de Calderón se dio un incremento constante hasta llegar a un incremento del 15
por ciento.
RIESGO PARA LA
MADRE Y EL BEBÉ
Save the
Children alerta sobre los riesgos que implica el embarazo para las adolescentes
al no contar con el desarrollo físico adecuado:
“Pueden
presentar mayores riesgos para su salud y vida […] Tienen dos veces más probabilidades
de morir por complicaciones en el embarazo o el parto que las mujeres adultas y
aumenta el riesgo de morbilidad durante el embarazo, parto y puerperio, así
como la probabilidad de tener un nacimiento prematuro y que el bebé nazca con
bajo peso”.
“La paternidad
y la maternidad tempranas conducen a las niñas, de manera abrupta, a un mundo
adulto para el cual no están preparadas, con efectos desfavorables sobre su
vida y la de sus hijos. El embarazo prematuro además conlleva un alto riesgo
para la vida y la salud de la madre y del bebé”, señala en su página oficial el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
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