domingo, 23 de marzo de 2014

Guerra de lodo por el PAN

Preocupante, negativa a hacer una autocrítica genuina que señale los yerros que sumieron al partido no sólo en la inefectividad electoral


QuéPasaColima.- Ya en la cuenta regresiva para la elección de presidente de Acción Nacional, si un síntoma claro de descomposición presenta ese partido es el acendrado silencio de los escasos panistas que los mexicanos aún consideran prestigiosos u honorables.

Se conforman con prestarse para las fotos, para el evento, para los gestos teatrales dirigidos a los periodistas. Esos que alguna vez fueron líderes “echados para adelante”, que se distinguieron, en México y en el extranjero, por su voz firme y demandante, hoy les ha dado por arrinconarse en la comodidad del silencio sumiso. No opinan, no exigen, no actúan para rescatar a su partido.

Si Carlos Castillo Peraza afirmaba que “la política no es asunto de reflectores, sino de reflexión”, ¿dónde están, hoy, las reflexiones, los análisis, las palabras críticas? Ciertamente, no en las ruedas de prensa ni en las diatribas que se espetan los candidatos.

Desgraciadamente para su causa, olvidan que en política no se puede no participar, pues los vacíos cuentan, y mucho: La inactividad también significa apoyar. En este caso se apoya la inercia y se lanza el mensaje de que no vale la pena rescatar al PAN, pues se carece de un esfuerzo serio encaminado a sanearlo. Se dice, tácitamente también, que se está de acuerdo con las prácticas que hicieron una ruina de ese proyecto histórico.

En gran parte por el silencio de esos líderes históricos, quienes integran la cúpula que hoy controla al PAN se están lanzando lodo sin comprender que así no sólo se mancha al adversario, sino a su partido en general.

No se trata sólo de que Ernesto Cordero tenga, hoy, como asesor al extranjero experto en guerra sucia Aleix Sanmartín, conocido, por su currículo, como ariete en guerras sucias, desarrolladas en varios países de Latinoamérica.

Lo realmente grave es un asunto que trasciende a Cordero y que comparten tanto su equipo como el de Madero: La negativa a hacer una autocrítica genuina que señale los yerros que sumieron a ese partido no sólo en la inefectividad electoral, sino en algo mucho más grave: El pantano de la desconfianza ciudadana.


Pareciera que sufren amnesia colectiva, pues no se hacen cargo de analizar las raíces de esa corrupción galopante que enterró el prestigio del blanquiazul. Bien harían en recordar la máxima de que “quien ignora su historia está condenado a repetirla”. Y en este caso se trata de una historia de derrota y de pérdida de la esencia y la identidad de su proyecto, una historia que pronto verán reeditarse de nuevo en las urnas, en los escándalos periodísticos, en las encuestas y en los tribunales.

0 comentarios:

Publicar un comentario