–La familia, el pretexto
–El Yunque orquesta las marchas
QuéPasaCOLIMA?.- Sin venir al
caso, cuando el tema no estaba en la agenda ni con la visita del Papa
Bergoglio, a un mes de las elecciones y ya endeble su gobierno, Enrique Peña
Nieto logró con su iniciativa de matrimonios igualitarios soliviantar a las
iglesias lideradas por la católica, y ahora desafían desde púlpitos y calles,
algo no visto desde la Guerra Cristera y la educación socialista de Lázaro
Cárdenas.
Con el país hecho un desastre, ignorante de la historia, Peña
metió de lleno a la Iglesia católica en la contienda de 2018 e introdujo con
alto grado de peligrosidad el factor religioso en los asuntos políticos y
electorales, cuyo desenlace es una incógnita.
En la Cristiada de hace nueve décadas, 1926-1929, murieron
miles de mexicanos de ambos bandos, lo mismo que en la segunda etapa de esa
confrontación, entre 1934 y 1938 –durante el gobierno de Cárdenas–, episodios
históricos que no deben repetirse, pero a los que incita la retórica de la Iglesia
y la extrema derecha a partir de las interpretaciones que hacen de la
iniciativa de Peña.
El sábado 10, en varias ciudades del país, encabezados y
animados por obispos y arzobispos, miles de personas –más de un millón 200 mil,
según los organizadores– salieron a marchar contra los matrimonios entre
personas del mismo sexo y el próximo sábado 24 se ha convocado a una
concentración en un tramo del Paseo de la Reforma.
Pero estas movilizaciones no son para defender a la familia
tradicional, sino para buscar el poder y desde él, como ya lo pretendieron o en
algunos casos lo lograron en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón,
influir e imponer la agenda conservadora de la Iglesia católica.
Aquí no hay sorpresas ni equívocos: El PAN es el partido de
los movilizados y la candidata presidencial es Margarita Zavala.
No es fortuito, además, que sean miembros de la organización
ultraderechista El Yunque, muchos de cuyos líderes militan en el PAN, los que
orquesten las movilizaciones, de la misma manera en que esa secta lo hizo en
España, entre 2009 y 2011, para “derrocar” al gobierno de José Luis Rodríguez
Zapatero por promover la despenalización del aborto.
Los propios promotores de las marchas admiten que
organizaciones sociales de España, plenamente identificadas como parte de El
Yunque de ese país –donde ha sido objeto de investigaciones periodísticas,
eclesiásticas y de autoridades–, respaldan las acciones del Frente Nacional por
la Familia, cuyo objetivo –afirman– es incidir en la elección de 2018.
Pero mientras que El Yunque en España es una organización
secreta repudiada por la jerarquía católica –“es imposible que el Reinado de
Cristo en el mundo se instaure recurriendo al engaño, sembrando la desconfianza
y provocando la división en la Iglesia”, declaró monseñor José Rico Pavés,
obispo auxiliar de Getafe–, en México recibe su total protección.
Entre las organizaciones que controla en España se encuentran
HazteOir, Profesionales por la Ética, CitizenGo, Médicos por la Vida, Instituto
de Política Familiar y Grupo Pro-Vida Madrid, organizaciones convocantes a las
movilizaciones contra el proyecto de Rodríguez Zapatero de despenalizar el
aborto.
Ignacio Arzuaga Rato, dirigente de HazteOir e identificado
por autoridades, obispos y laicos como uno de los líderes de El Yunque en
España, fue el principal dirigente de las movilizaciones antiaborto que tenían
también el objetivo, lo escribió él mismo, de “derrocar a Zapatero” como jefe
del gobierno español.
Se trata de organizaciones que asesoran al Frente Nacional
por la Familia, que nació en México el 18 de mayo, al día siguiente de que Peña
envió al Congreso su iniciativa de ley en favor de los matrimonios entre
personas del mismo sexo, según Juan Dabdoub Giacoman, presidente del Consejo
Mexicano de la Familia (ConFamilia).
Este personaje afirmó en un video, además, que esta
iniciativa de Peña fue la causa de la derrota del PRI en siete gobiernos
estatales, en junio: “El voto de castigo fue determinante para que haya perdido
siete de las 12 gubernaturas por las que compitió. ¡Una paliza!”
Dabdoub Giacoman advirtió también: “Pero esto apenas empieza.
Estamos trabajando para las elecciones de 2018, donde no habrá espacio para
candidatos antifamilia de ningún partido. Si esto lo hicimos en apenas dos
semanas, imaginen lo que haremos en dos años. Vamos por todo. La ciencia y la
razón nos asisten. La mayoría silenciosa decidió alzar la voz y en 2018 nos
tienen que oír. Las próximas elecciones, incluida la presidencial, son para la
familia, son nuestras”.
Personajes claramente identificados como líderes y militantes
de El Yunque son activos convocantes a las movilizaciones, como Bernardo
Ardavín, jefe general de la organización ultraderechista que sigue siendo
secreta, y el vocero del Frente Nacional por la Familia, Rodrigo Iván Cortés
Jiménez.
Exdiputado federal del PAN y secretario de relaciones internacionales
del CEN panista de 2009 a 2014, en las gestiones de Germán Martínez, César Nava
y Gustavo Madero, Cortés Jiménez se entrevistó con el Papa Francisco en El
Vaticano, el martes 30 de agosto, para informarle que el Frente Nacional por la
Familia está saliendo a la calle para acatar su instrucción de “armar lío”.
Contó el panista su plática con Bergoglio: “Le dijimos que le
estamos haciendo caso. Él nos pidió una Iglesia en salida, que salga a la calle
y arme lío. Nosotros como ciudadanos estamos saliendo a la calle y estamos
haciendo lío. Un lío en términos pacíficos, pero sí para mover la situación,
para generar conciencia a favor de la familia y de los padres, contra la
imposición de la ideología de género, que es –como dice Francisco– una ‘colonización
ideológica’ lejana a la identidad mexicana. Estamos en la calle y armando lío”.
La línea la había dado públicamente, desde el 22 de julio,
Ardavín Migoni, jerarca de El Yunque. En la página de “Yo Influyo”, uno de los
medios de esa organización, publicó un encendido artículo contra la iniciativa
de Peña: “No permitamos que se nos haga esclavos de la ideología de género”.
Expuso: “Se trata de la pretensión de instrumentar una suerte
de ‘revolución cultural’, tan dañina como lo fue la revolución maoísta, en la
China comunista, o la de Plutarco Elías Calles en México, con su persecución
religiosa, o la del general Lázaro Cárdenas con su educación socialista. No es
lícito que permanezcamos pasivos o indiferentes, cuando pretenden que nos
resignemos a convertirnos en esclavos de una ideología que niega la libertad
religiosa, de pensamiento, de expresión y de conciencia”.
En otro artículo, ese mismo mes, Ardavín hizo un llamado a
oponerse “con firmeza” a la iniciativa presidencial que, dijo, deforma el
matrimonio y modifica “la naturaleza de hombres y mujeres”.
“En consecuencia, debemos oponernos con firmeza, mediante
acciones concertadas de la sociedad organizada, a la deformación del
matrimonio, so pena de sufrir enormes males en la convivencia, por las
evidentes lesiones a la institución perpetradas por quienes desean
desnaturalizarla, al negar que necesita estar conformada por un hombre y una
mujer”
Esto apenas empieza…
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